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Las puertas de Milán

La ciudad de Milán ha estado siempre protegida por una barrera de muros construidos como fortificaciones durante la era romana, la época medieval y la española. A lo largo de esta barrera de seguridad, habían algunos puntos de control, arcos enormes y puertas blindadas eran el ingreso a la ciudad. Cada uno de estos ingresos se conocían como las puertas de Milán, y aunque hoy en día el ingreso a la ciudad es libre y algunas puertas han desaparecido, otras fueron completamente reconstruidas durante el periodo napoleónico, las puertas de Milán que siguen de pie son símbolos de la ciudad.


Si alguna vez has estado en Milán seguramente en algún punto de tu recorrido te has topado con más de una Porta. ¿Sabes cuáles y cuántas son las puertas de la ciudad de Milán? ¡Te las presentamos aquí!


Época romana

Durante este periodo la principal puerta de ingreso a la ciudad era Porta Romana, mientras las mas antiguas eran Porta Comasina que conectaba Milán y Como, Porta Giovia que desde donde actualmente está el Teatro Dal Verme partían los caminos hacia el Lago Maggiore, a Varese y a Lugano, Porta Ticinese que llevaba a Pavia, Porta Tosa cercana al puerto de Mediolanum era el camino hacia Cremona, Porta Vercellina que llevaba hasta Aosta y Porta Orientale, hoy conocida como Porta Venezia, sus caminos se abrían hacia Bergamo, Brescia y el misterioso Oriente.

Época medieval

Las puertas republicanas y massimiane del imperio romano fueron destruidas junto a sus muros durante el asedio de Milán en el año 1162, cuando el Emperador Federico Barbarossa mandó a construir otras puertas, entre las cuales estaba Porta Giovia, la que mas tarde desaparecería completamente con la construcción del Castello Sforzesco.

Época española

Entre 1548 y 1562, por orden de Ferrante I Gonzaga se construyen los muros españoles para sustituir las construcciones medievales que se habían convertido en una protección inútil después de la invención de la polvera para disparar.

En 1796, las puertas principales eran en total 12.


Siglo XIX

Con el desarrollo del comercio y del tráfico desde y hacia la ciudad, se abrieron otras puertas de la ciudad, las últimas antes de la demolición completa de los muros españoles que comenzó a fines del siglo XIX.

Aunque actualmente Porta Ludovica, Porta Vigentina, Porta Tosa (hoy P. Vittoria) y Porta Vercellina (hoy P. Magenta) han desaparecido quedando solo en pie sus nombres, aún hay 6 puertas que siguen en pie:




Porta Garibaldi: Antiguamente llamada Porta Comasina, hoy una estación de metro, buses y trenes.

Porta Nuova: llamada así porque existía ya una puerta con el nombre de porta vecchia en via Manzoni, hoy en su perímetros se elevan los rascacielos de Gae Aulenti y el Bosco verticale.

Porta Romana: La puerta que abría los caminos hacia Roma, y la más importante en la antigüedad, hoy es una estación de metro y el lugar donde se encuentran las termas de Milán.

Porta Sempione: Construída durante el periodo Napoleonico, es la puerta que representa la mayor innovación arquitectónica de todas con el Arco della Pace. Hoy es uno de los ingresos al parque del Castello Sforzesco y una zona de los aperitivos en Milán.

Porta Ticinese: Actualmente conecta el centro histórico de Milán con la Darsena y la zona de i navigli, epicentro de la movida milanese.

Porta Venezia: Hasta 1860 bajo el nombre de Porta Orientale, hoy es una estación de metro y sus dos bastiones marcan el inicio de Corso Buenos Aires.


Las puertas de Milán

Navega en el mapa y descubre dónde están las sobrevivientes puertas de milán!



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