En octubre de 1964, Gianni Rodari escribió en el “Giornale dei Genitori” un artículo con las 9 formas de enseñar a los niños a odiar la lectura, artículo que después se convirtió en el libro “Scuola di fantasia” (1992).
Las obras de Gianni Rodari, son historias atemporales que tienen la capacidad de presentarse siempre actuales, describiendo lucidamente sentimientos que incluso hoy, en una sociedad radicalmente distinta a la Italia de hace 50 años, continúan a contar de forma genial historias contemporáneas creadas con un estilo clásico y universal.
Rodari era un defensor no solo del poder educativo de la literatura, también de la capacidad evolutiva capaz de hacernos ver la realidad desde puntos de vista inusuales, permitiéndonos enfrentar problemáticas diarias con respuestas extraordinarias. En 1964, escribió un artículo con un punto de vista diferente, enfocándose en los padres y no en los niños, el que fue publicado por el “Giornale dei Genitori” con el título “Nueve formas de enseñar a los niños a odiar la lectura” ("Nove modi per insegnare ai ragazzi a odiare la lettura"), que en 1992 fue publicado como libro con el titulo "Scuola di fantasia".
¿Cuáles eran según Rodari estas 9 formas en las que los adultos podemos hacer que los niños odien la lectura? Te las presentamos aquí punto por punto.
Las 9 formas de enseñar a los niños a odiar la lectura, segun Gianni Rodari
1. Presentar los libros como una alternativa a la TV.
Frases como “Lee algo en vez de ver tanta televisión”, según Rodari son un error porque desde el punto de vista psicológico, el negar una entretención o un pasatiempo no es el modo ideal para inculcar el amor por otra (como la lectura), sino al contrario es probable que esta adquiera un aire de castigo y fastidio.
2. Imponer los libros por sobre los comics o novelas gráficas.
Según Rodari, que el medio de expresión sea distinto no quiere decir que su contenido tenga menor valor. El autor afirmaba conocer ilustradores que eran grandes lectores y que a través de su estilo propio eran capaces de transmitir el interés por las grandes lecturas.
3. Decir a los niños de hoy que los niños de antes leían más.
Relacionar los libros con un pasado con el que no se identifican los niños, porque no es parte de su presente, no es una motivación para acercarlos a la lectura, en vez de ser una motivación resultara en una forma de alejarlos de los libros porque no se sienten identificados.
4. Creer que los niños tienen demasiadas distracciones para leer.
En una disertación sobre la organización del tiempo libre de los niños italianos y soviéticos, Rodari cierra afirmando que no importa la cantidad o calidad de las distracciones que tienen los niños, lo importante es el lugar que ocupan los libros en su entorno, esto a la larga definirá si los niños incorporan la lectura a sus practicas o no.
5. Responsabilizar a los niños si no son ellos quienes aman leer.
Como el único responsable y culpable de una situación complicada, el no amar la lectura y no leer, los niños harán lo único que podrán para escapar de la culpa: jugar o hacer otras actividades lejos de las paginas de un libro.
6. Trasformar el libro en un instrumento de tortura.
Bajo este punto Rodari habla del sistema usado en el colegio para aprender a leer y escribir, un método a base de repetición mecánica como escribir una y otra vez una letra hasta aprender de memoria como escribir cada una, mas tarde dividir las palabras en silabas, el análisis gramatical para terminar con el triunfal análisis lógico. Actos sin sentido ni interés para un niño, que al final se transformaran en una desagradable rutina.
7. Negarse a leer para los niños.
Rodari asegura, como pedagogo, que la voz de los padres e incluso la de los profesores para los niños tiene un efecto insustituible. Cada vez que leemos un cuento a un niño estamos, a través de la historia, creando un léxico familiar y lazos profundos.
8. No ofrecer alternativas.
Nunca nos conformamos con la primera oferta que recibimos, ¿por qué un niño debería conformarse con leer la primera y única opción que recibe? Si le regalamos una fábula a un niño y no la lee, según Rodari no significa que no le gusten, es probable que en ese momento le interesen otros temas.
9. Imponer leer como una orden.
Para Rodari este es sin duda la forma más fácil para lograr que un niño odie leer. Ni siquiera se necesita explicación, porque el amor por la lectura, afirma, no es una técnica, es un proceso interior conectado a persona.
¿Estás de acuerdo con estos puntos, crees que aun hoy, 50 años después siguen siendo vigentes?
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